Título: La verdad sobre el caso Harry Quebert
Escrito por Joël Dicker
DESCRIPCIÓN Y/O SINOPSIS DE ESTE EBOOK
El mayor fenómeno editorial de los últimos años: un joven suizo de 27 años con un thriller monumental.
Literariamente adictivo.
Quién mató a Nola Kellergan es la gran incógnita a desvelar en esta incomparable historia policiaca cuya experiencia de lectura escapa a cualquier tentativa de descripción.Intentémoslo:
Una novela de suspense a tres tiempos -1975, 1998 y 2008- acerca del asesinato de una joven de quince años en la pequeña ciudad de Aurora, en New Hampshire.
En 2008, Marcus Goldman, un joven escritor, visita a su mentor -Harry Quebert, autor de una aclamada novela- y descubre que éste tuvo una relación secreta con Nola Kellergan. Poco después, Harry es arrestado y acusado de asesinato al encontrarse el cadáver de Nola enterrado en su jardín.
Marcus comienza a investigar y a escribir un libro sobre el caso. Mientras busca demostrar la inocencia de Harry, una trama de secretos sale a la luz. La verdad sólo llega al final de un largo, intrincado y apasionante recorrido.
BREVE FICHA TÉCNICA DEL LIBRO
Formato del ebook: Kindle PDF EPUB MOBI
Tamaño del archivo: 1039 KB
Longitud de impresión: 672 páginas
Editorial/Editado por: Alfaguara (19 de junio de 2013)
Idioma: Español
OPINIONES:
Un fiasco muy bien promocionado
Una decepción absoluta. No sé cómo se atreven a comparar esta novela con la literatura de Nabokov, Roth y Larsson. No tiene nada que ver. El libro de Dicker comienza con una premisa interesante lo que hace que decidas darle una oportunidad a la historia para ver cómo evoluciona. Y aquí viene el problema: evoluciona a trompicones, en ocasiones repitiéndose hasta la saciedad, con algunos pasajes incluso hasta sonrojantes (las declaraciones de amor de esta novela son las más ridículas que he leído en mi vida). La intriga da vueltas y más vueltas sin llegar a ningún sitio durante la mayor parte del libro hasta concluir en un final atropellado y nada sorprendente. El estilo de Dicker es plano, carente de imaginación y el (poco) sentido del humor que emplea es ridículo. Pero lo peor de todo son sin lugar a dudas los personajes: totalmente caricaturescos y sin ningún tipo de profundidad psicológica o moral. No hay alma en las personas que describe el autor, son como maniquíes que se dedican a recitar líneas de texto. Eso sí, chapó a la inmensa y omnipresente campaña de márketing que ha tenido este libro. Qué pena que la buena literatura pase tan desapercibida.
Mucho bombo y pocas nueces
Uno de los peores libros que he leído este año. En las notas de prensa se lo relacionaba con Nabokov, Roth y Stieg Larsson. Me ha hecho gracia leer en entrevistas con el autor como éste acepta las 2 primeras comparaciones pero niega, de manera desdeñosa, la tercera, diciendo que ni lo ha leído ni le interesa ese autor. Pues bien, el único nombre de los 3 con el que puede compararse su libro, y aún sale perdiendo, es con Larsson. No hay absolutamente nada que se parezca, aunque sea de manera remota, a Nabokov y a Roth en el estilo de este libro o en el talento de su autor.
Me parece increíble que haya sido finalista de un premio como el Goncourt, que ha premiado desde luego a malas novelas, pero que cuando se equivoca se equivoca por premiar obras falsamente literarias, mientras que este libro ni siquiera llega a eso: por muchos intentos que hagan de prestigiarla mediante comparaciones con grandes autores, es una novela de entretenimiento sin ninguna ambición literaria. Eso no tendría nada de malo (no tengo prejuicios contra la literatura popular), pero es que encima es una malísima novela de entretenimiento: la trama naufraga en tópicos, cuando quiere ser graciosa da pena, y cuando quiere ser seria da risa (las partes de la supuesta Gran Novela Americana de Quebert son lamentables).
En definitiva, resistid las campañas de publicidad y buscad libros, de entretenimiento o no, que merezcan la pena, pero huid de esta bazofia.
Decepcionante
Conociendo el buen hacer del país vecino en materia de novela policíaca e intrigada por los premios recibidos me acerqué con entusiasmo a la lectura del libro de Dicker. La decepción no ha podido ser más grande. Las primeras páginas llevan rápido de la perplejidad a la indignación. Una escritura plana, de rápida factura, unos diálogos que llegan a producir vergüenza ajena y un humor de telefilme que te producen ganas de arrojar el libro por la ventana o quemarlo.
No se lo recomendaría ni a mi peor enemigo.