Título: Castigo para los buenos
Escrito por Craig Johnson
DESCRIPCIÓN Y/O SINOPSIS DE ESTE EBOOK
Walt Longmire lleva como sheriff del condado de Absaroka casi un cuarto de siglo, impartiendo justicia con chispeante sentido del humor. Es hora de tomarse un descanso y decide emprender un viaje con su buen amigo Henry Oso en Pie a Filadelfia, donde le espera una desagradable sorpresa: su hija, Cady, será víctima de un violento ataque que la dejará a las puertas de la muerte. Comienza entonces una investigación que provoca una reacción en cadena de violencia y muerte, y revela oscuros intereses políticos.
Acompañado por Henry, por su ayudante Victoria Moretti, por Perro y por su familia al completo –un clan de policías de Filadelfia–, el sheriff Longmire tendrá que hacer valer la justicia del Oeste, donde las buenas acciones se acaban pagando.
Castigo para los buenos ofrece a los seguidores de Walt Longmire todo el ingenio, la sofisticación y la tenacidad de cowboy a que nos tiene acostumbrados el sheriff de Wyoming. Pero también es una novela sobre la amistad y los vínculos familiares, sobre la necesidad de tener esperanza para afrontar los golpes duros de la vida.
BREVE FICHA TÉCNICA DEL LIBRO
Formato del ebook: Kindle PDF EPUB MOBI
Tamaño del archivo: 564 KB
Longitud de impresión: 304 páginas
Editorial/Editado por: Siruela; Edición: 1 (27 de febrero de 2014)
Idioma: Español
OPINIONES:
Genial Craig Johnson
Esta es ya la tercera novela que leo de este autor, y nunca me decepciona, adoro a todos su personajes, al sheriff, al indio, a la ayudante, y los escenarios, ambientes y sobre todo sus diálogos. Fantástico su sentido del humor.
No remata
El libro tiene ciertas cualidades, sobre todo lo pintoresco de sus personajes y cierto sentido del humor. Pero la trama policial me parece floja, y hasta la simpatía de los personajes va a menos por la reiteración de su tipismo. La escena final me ha parecido una fantasmada.
Edición malísima
Compré la edición kindle, y no sé como es la edición de papel. La novela es interesante, pero la edición electrónica es probablemente la peor que me he encontrado en mi vida. Tanto que a veces cuesta saber quién habla en una conversación. Prácticamente elimina el placer de la lectura.